Los reptiles se consideran una clase separada de animales porque comparten las características de piel escamada, respiración de aire, puesta de huevos y sangre fría. La clase de los reptiles se divide en cuatro órdenes. Qué criaturas deberían incluirse en la clase es un debate entre los científicos; los pájaros modernos descienden de un antecesor reptil pero en el sistema moderno de clasificaciones se les considera como una clase aparte.
El orden crocodilia incluye cocodrilos, lagartos y otras especies menos conocidas en el continente americano como los gaviales, originarios de la India. Hoy en día hay 33 especies de animales en este grupo. Todos los miembros de esta orden son similares en cuanto a la forma de su cuerpo. Tienen cabezas que se posesionan horizontalmente frente a sus cuerpos y cuatro patas que salen de los lados de su cuerpo. Esta orden se puede hallar en los climas tropicales de Norteamérica, Sudamérica, África, Australia y Asia.
El tuátara de Nueva Zelanda es la única criatura viviente en el orden esfenodontos de los reptiles. Esta orden solía ser muy diversa, datando de hace 100 millones de años, pero todos los otros animales en este grupo ahora están extintos. El tuátara parece una iguana por las púas en su cabeza y cuello y por su gruesa cola. Estos animales son depredadores nocturnos. Tienen amplias vidas en comparación con las de otros reptiles similares. La mayoría de estos animales viven entre 40 y 80 años.
El orden de los escamosos (squamata) incluye todas las serpientes y lagartijas de la tierra. Es el orden más grande de los reptiles con cerca de 8000 especies. Estos animales viven en todas partes del mundo excepto en los lugares muy fríos. La mayoría de los animales en este grupo no son capaces de escuchar bien y olfatean con un órgano en los paladares de sus bocas.
El orden de las tortugas o quelonios (Testudines) incluye todas las tortugas de agua y de tierra, agregando a cerca de 300 especies. Éste grupo data del periodo triásico, hace 250 a 200 millones de años. Los fósiles sugieren que las tortugas de dicho periodo son muy similares a las de hoy en día. El caparazón de las tortugas es lo que las distingue del resto de los animales. Este caparazón es una caja torácica modificada y no puede separarse del cuerpo.