Los osos polares son los carnívoros de tierra más grandes en el planeta y se cree que han evolucionado desde hace 200,000 años a partir de las especies de osos pardos. Los osos polares están equipados para subsistir en el inclemente frío de las regiones polares. Los osos polares son cazadores que dependen de sus habilidades para comer. En el año 2009 se estimaba que existían entre 20,000 y 25,000 criaturas viviendo en su hábitat , lo que significa que esta especie está entrando dentro de la categoría de animales en peligro de extinción.
El oso polar macho adulto pesa en promedio entre 400 y 770 kg y mide 125 cm de alto. Los osos polares hembra logran medir la mitad de ese tamaño. Los osos polares tienen largos cuellos y una cabeza estrecha con orejas pequeñas y redondeadas. Los osos polares tienen una capa de piel gruesa que cubre todas las partes de su cuerpo excepto por la planta de sus patas y la nariz. El pelo es impermeable y se sienta sobre una capa de grasa corporal que aísla al animal del frío. La piel del oso polar en realidad es negra, lo cual le permite absorber tanto calor como sea posible de los rayos del sol. El color del pelaje va desde un blanco cremoso hasta un tono amarillo cuando están mudando su pelaje. Los osos polares tienen patas muy grandes que los ayudan a ser excelentes nadadores, actúan casi como remos cuando los osos se encuentran en el agua.