La mofeta es conocida por varios nombres dependiendo de la región donde esté ubicada, puede llamarse chingues, mapurites, zorrinos, y como la mayoría la conocemos, simplemente zorrillos. Pertenecen a la familia Mephitidae y son omnívoros de tamaño mediano distribuidos en América del norte y con un representante en el sureste de Asia, se les encuentra en madrigueras construidas por la hembra durante el periodo invernal cuando llevan a cabo un tiempo de letargo.
El típico color de los zorrillos, negro y blanco, es característico y pueden encontrarse de diferentes maneras, por ejemplo, una línea blanca, un par de líneas que van de cabeza a cola, o manchas blancas en un fondo negro por todo el cuerpo. En la naturaleza estos colores en el pelaje advierten a los depredadores peligro y defensa.
Como bien sabemos, los zorrillos son temidos por su olor fétido que se origina en las glándulas anales, este olor puede durar días y ser percibido a kilómetros de distancia, esta sustancia la arrojan en forma de chorro cuando se sienten agredidos, sin embargo no sólo lo usan como defensa sino también para delimitar su territorio. Y es característico de cada especie una posición en especial para la emanación de esta sustancia, ya sea elevando la cola o levantando las patas posteriores.
Son tan populares estos animales por la combinación de su horrible olor y su elegante pelaje que los humanos usan las características del zorrillo para hacer mofa, incluso hay zorrillos muy famosos en dibujos animados, tiras cómicas y los han llevado caricaturizados hasta la pantalla grande.