Los caninos son carnívoros por excelencia, el perro, descendiente del lobo, posee las mismas habilidades que éste para casar y devorar a sus presas. El perro es uno de los animales mejor domesticados y han adquirido en muchas culturas el rango de pseudo-persona, desafortunadamente esta domesticación los llevo a tener una dieta inadecuada consintiéndolos demasiado, al punto de alimentarles únicamente con comida blanda, tal como lo hace el ser humano, esta debe ser una costumbre a eliminar, ya que el bienestar del animal debe ser la prioridad.
Un perro domestico debe retirarse de la madre a los dos meses de edad que forma la primera etapa de su vida, posteriormente es alimentado con croquetas correspondientes a su raza y su edad, este producto le aportará las vitaminas y minerales necesarios para su adecuado desarrollo, independientemente de las croquetas se debe complementar su alimentación con piezas de carne con hueso, es importante recordar que el estomago canino está diseñado para triturar huesos y digerir alimentos crudos, sus dientes están adaptados para romper y rasgar carne, si se elimina por completo el alimento animal, puede dañar su sistema digestivo.
Es importante que el perro consuma las cantidades de agua adecuadas para poder ablandar el alimento en el estomago, además de evitar la deshidratación al someterse a altas temperaturas o rutinas de ejercicio fuertes. Aparte de la alimentación e hidratación adecuada, el cuidado de su salud es importante, se debe tener cuidado de administrar las vacunas necesarias dependiendo de su forma de vida, habitad y edad del animal.