Para qué sirven los satélites artificiales

Los satélites meteorológicos orbitan alrededor de la Tierra a una altura de varios cientos de kilómetros. Miden la temperatura y la humedad del aire. Envían foto­grafías y películas de televisión que muestran los lugares de la Tierra donde hay nubes y tempestades.

Los satélites de comunicaciones captan las ondas eléctricas de las emisoras de televisión y las hacen rebotar hacia lugares de la Tierra donde no podrían llegar por sí mismas. Así es cómo pueden llegar hasta ti las emisiones televisivas de cual­quier parte del mundo. Los satélites de comunicaciones se usan para hacer lla­madas telefónicas de larga distancia. Algunos satélites científicos miden las radiaciones del espacio exterior que no consiguen llegar hasta la superficie de la Tierra a través de la capa de aire que la envuelve. Otros satélites científicos llevan telescopios que envían fotografías y pe­lículas de los planetas y las estrellas. Son más claras que las que se toman desde la Tierra.

Qué es un satélite

Todo lo que se mueve en órbita en el espacio es un satélite. La Tierra es un satélite del sol. Y lo mismo son los demás planetas de nuestro sistema solar porque orbitan alrededor del sol. La luna es un satélite de la Tierra porque orbita alrededor de la Tierra. Siete de los planetas de nuestro sistema solar tienen satélites que giran a su alrededor. La Tierra sólo tiene una luna, pero Saturno tiene diez. ¡Y Júpiter tiene trece! Y todavía pueden descubrirse más lunas. Todas estas lunas se llaman saté­lites naturales. Hay también satélites artificiales. La palabra “artificial” significa hecho por el hombre. Los satélites artificiales se construyen en la Tierra y se ponen en órbita. Desde el comienzo de la era espacial, cientos de satélites artificiales han sido lanzados al espacio: satélites meteorológicos, satélites para comunicaciones radiofónicas y televisivas y de muchas otras clases.

Sobre el artículo

Categorias: Astronomia
Ultima modificación: 06/22/2012