Por qué son utiles los telescopios

El telescopio es un instrumento que sirve para recoger luz emitida por algún objeto lejano, y ampliarlo para poder apreciarlo con mayor detalle. Este instrumento ganó un valor único dentro de la astronomía a principios del siglo XVII.

Este gran invento se atribuye a Galileo Galilei, aunque sus mejorías las realizaron varios astrónomos e investigadores posteriores a Galileo. La evidente ventaja que aporta a la astronomía se basa en su función al revelar cuerpos celestes con baja luminosidad que resultan imperceptibles a simple vista, ya que este instrumento fue creado para percibir mayores cantidades de luz, en comparación con el ojo humano.

El diámetro de su objetivo definirá finalmente el poder de definición del telescopio, es decir que, mientras más grande sea el diámetro del objetivo, mayor será la resolución que se percibe en el telescopio.

Durante el siglo XVII  cuando aparecieron los primeros telescopios, eran construidos con longitudes que iban de entre los 30 y 50 m, esto se hacía para poder obtener mayor aumento, sin embargo las imágenes captadas eran muy borrosas y mostraban cuerpos imperfectos.

Un siglo después se le incorpora al telescopio un espejo cóncavo y a otros una lente, así comienza una batalla de dos siglos entre dos artefactos, los telescopios refractores que tenían espejos y los reflectores con lente. A mediados del siglo XX los telescopios reflectores ganaron la batalla.

Hoy en día existe una gran variedad de telescopios, los observatorios norteamericanos y europeos poseen los más potentes y cada año hacen grandes aportaciones a la astronomía.

 

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Categorias: Astronomia
Ultima modificación: 01/14/2013