Cuando presionas el pedal del freno en tu carro, realmente estas despresurizando un émbolo dentro del cilindro maestro del carro. El cilindro maestro es un componente que tiene una reserva llena de fluido hidráulico para frenos. Cuando el émbolo en el cilindro maestro actúa, el fluido para frenos viaja hasta la unidad de freno de la rueda a través de una serie de mangueras y conductos. El fluido para frenos es incompresible, así que no se pierde nada de presión cuando viaja a través de los conductos.
El fluido para frenos no puede contener ninguna burbuja de aire debido al hecho de que el aire es compresible. Si las burbujas de aire están presentes en el sistema de frenado, el sistema completo debe ser drenado para eliminar el aire. Una vez que el fluido ha llegado a la unidad de los frenos, es forzado a entrar a un calibrador. Los calibradores consisten de dos componentes de bisagras que, una vez que la presión del fluido está presente, hacen presión contra el pistón.
Unido a cada rueda se encuentra un disco llamado rotor de freno. El rotor gira junto con la rueda y se mueven completamente al unísono. El rotor se coloca de tal manera que su orilla queda entre el calibrador y el pistón. El rotor se aprieta cuando los frenos se aplican, y esto hace que el carro frene. Aunque existen pastillas de frenos entre el rotor y los pistones del calibrador. Las pastillas de frenos están compuestas de dos partes: el dorso de acero, el cual sostiene la otra parte, el material de ficción que hace contacto con el rotor. Este material hace el trabajo convirtiendo el movimiento del rotor en energía calorífica a través de la fricción. La fricción que se lleva a cabo frena el rotor, el cual está unido a la rueda, y produce calor.