Una de las formas de conocer la potencia de un motor es mediante la aplicación de frenos mecánicos o eléctricos sobre su eje en movimiento.
En el primer caso (freno mecánico) deberá obtenerse por un lado el valor del momento de la fuerza aplicada y por otro las revoluciones por minuto del motor, datos que se aplican a una ecuación de potencia.
En el segundo caso (freno eléctrico) todo se simplifica, pues la potencia en kilovatios empleada por el generador eléctrico para frenar el motor se convierte a caballos de fuerza.
El llamado freno de Prony es un sistema de frenado dinamométrico expresamente concebido para calcular la potencia de los motores. Fue creado por el famoso inventor e ingeniero francés Gaspard de Prony (1775-1839).
Consiste en un brazo y una rueda con sistema de freno mecánico y dinamómetro adosados. La rueda se acopla al eje del motor en cuestión y sobre ella se aplica la fricción de una correa de frenado cuyo momento de fuerza sobre el eje del motor es ajustable.
Su funcionamiento consiste en aplicar un torque conocido al eje de un motor en movimiento mediante la disipación del calor del material gastable del sistema de frenado.
Conociendo el momento de esta fuerza mediante el dinamómetro adjunto –colocado a una distancia conocida del eje del motor- y la velocidad de rotación del mismo se calcula fácilmente su potencia de salida.