Los codiciados motores Ecotec son un producto exclusivo de General Motors Company, única heredera legal y tecnológica de General Motors Corporation (USA, 1908) que tras su declaración de bancarrota en 2008 pasó a llamarse Motors Liquidation Company.
La introducción de los motores Ecotec se granjeó la admiración de técnicos y fanáticos del automóvil, tanto por su excelente rendimiento como por su capacidad de ajuste y calibración.
Después de Chevrolet, el motor Ecotec se ha instalado en varias de las producciones de General Motors Company, desde Pontiac y Opel hasta Vauxhall y Saab. Se fabrican tanto de tipo diesel como de gasolina en varias plantas alrededor del mundo.
Desde la novedosa fundición de sus bloques de aluminio sobre moldes de poliestireno hasta el cuidadoso diseño de sus cuatro cilindros regulares, todo contribuye al notable resultado final.
Una de las características más subrayadas de Ecotec para los amantes de la velocidad es su capacidad de ganancia de potencia mediante modificaciones relativamente sencillas.
Llevar un Ecotec a 400 caballos de fuerza no requerirá transformaciones muy drásticas en el cigüeñal, las cabezas de los cilindros y los bloques. Con un poco más de acción pueden incluso sobrepasar los 700 caballos de fuerza, como en el 747 hp Turbo Drag Ecotec.
General Motors Company comercializa varios kits de potencia que permiten, tras su instalación, que un motor Ecotec básico alcance hasta 200 caballos de fuerza. Estas trasformaciones son totalmente legales, al menos en los Estados Unidos.
Los motores Ecotec de General Motors Company han obtenido relevantes resultados en las series de Sport Compact Drag Racing y alcanzaron velocidades superiores a las 300 mph en las mundialmente famosas Bonneville Salt Flats, de Utah.