Llamamos puente voladizo (o por volados sucesivos) a la técnica de construcción que se utiliza en la creación de grandes puentes, cuyo método consiste en construir el puente desde los pilones que forman su base. A continuación, el puente se va formando apoyando un tramo en el anterior, consiguiendo así una estructura de sujeción muy eficaz. Esta estrategia de apoyos se va construyendo por ambas partes del puente, de forma que a la vista queda simétrico y protege el puente del contrapeso que causaría un derrumbe.
Hay varios tipos de construcciones que se pueden hacer a base de voladizos. Algunos de ellos son el puente en viga (cuando se une el extremo que se apoya en un pilón con el extremo del pilón contiguo), en arco, atirantado o colgante. Hay otro tipo de puente que difiere de estos anteriores y es el puente en ménsula, que es el opuesto en manera de construcción al puente en viga. El puente en ménsula se crea aproximando las dos secciones en las que se trabaja el puente pero haciéndolas trabajar el peso independientemente la una de la otra y apoyando cada una en un pilón diferente.
Los puentes voladizos son muy reconocibles ya que su disposición a la hora de verlos construir es una forma de letra T muy característica que se da debido al tipo de anclaje de dovelas que antes se ha explicado, apoyándolas y sujetándolas con entramados de vigas y gatos hidráulicos que evitan la caída. Este tipo de puentes son muy usados en canales o ríos donde facilitan la navegación de las embarcaciones.