Las razones por las que alguien bloquea la cuenta de otro usuario pueden ir desde un desaguisado amoroso hasta la envidia, el sentirse ofendido, la competencia comercial o un desacuerdo ideológico. Recordemos que Twitter es la red más usada por adultos para promover ideas políticas y productos comerciales.
El bloqueador, que casi siempre considera que su acción es justa, simplemente desea que los tweets de otro usuario no sean accedidos o se distribuyan entre sus seguidores. Difícilmente el bloqueador revertirá voluntariamente su acción.
A veces es difícil saber con exactitud si tu cuenta está bloqueada, pues el mensaje que verás cuando intentas acceder a tweets de terceros será similar al que aparece cuando alguien protege la actualización de su estatus.
Para salir de dudas, lo mejor es abrir una segunda cuenta. Si desde esta nueva cuenta puedes acceder a los tweets que no podías leer desde tu cuenta principal, es que está bloqueada.
Por demás, poseer un par de cuentas en Twitter es útil por varias razones de seguridad (protección contra robo de identidad) y comunicación (en caso de suspensión de la cuenta principal), además de permitirte un mayor nivel de libertad y experimentación con diferentes avatares, empleo de móviles o difusión del contenido de tus blogs.