Un accidente de aviación es todo suceso relacionado con una nave aérea en el que, con independencia de las causas, se provoquen heridas o la muerte al menos a uno de sus pasajeros o tripulantes y/o daños a la integridad de la nave en cuestión.
Tan solo en lo que va del siglo XXI (2001-2010) se han reportado 1662 accidentes de aviación en todo el mundo, con un total de 7597 víctimas fatales. Como puede apreciarse y a contrapelo de la creencia popular, la tasa de fallecidos por accidente es bastante baja.
Según dijo Nick Watt en un programa reciente de ABC News, más del 95% de los pasajeros de aviones accidentados en los Estados Unidos entre 1983 y 2000 sobrevivieron a la colisión.
Más allá de la capacidad calculada de protección que la estructura misma del avión ofrece, la única manera comprobada de aumentar nuestras probabilidades de sobrevivencia en un accidente aéreo es el lugar donde viajamos.
Según un estudio publicado por la revista Popular Mechanics en el 2007, los pasajeros ubicados hacia la parte trasera del avión accidentado tienen una probabilidad de sobrevivencia de hasta un 40% superior con respecto a los pasajeros ubicados hacia la parte delantera. No por gusto las cajas negras se colocan normalmente en la sección de cola, donde son menos probables los daños.
Otras reglas generales de sentido común son la cercanía a las puertas de emergencia, el correcto uso de los medios de protección y contar con un estado físico general favorable, así como la carencia o control de enfermedades y dolencias.