Los granitos rojos que forman los pelos encarnados suelen asomar a la superficie de la piel tras la depilación. ¿Cómo eliminarlos? ¿Cómo actuar cuando crean una infección? ¿Cómo saber si no es un quiste?
Estos pelos encarnados aparecen cuando la curvatura del pelo cambia. El pelo empuja de manera enredada bajo la piel, afectando sobretodo a las piernas y las ingles en las mujeres y el área de la barba en los hombres.
Si vemos aparece pelos encarnados nunca hay que quitarlos. No hay que arañar la piel para que el pelo salga y mucho menos hurgar con las pinzas de depilar, ya que corremos el riesgo de dejar cicatrices, sobre todo en la piel fina de las piernas. Además, intentar quitar el pelo no es una solución duradera, pues hay otros que seguirán creciendo bajo la epidermis. Para mejorar la lesión se puede aplicar una pizca de arcilla, dentífrico o una compresa humedecida con alcohol de 90°. Después, hay que tener un poco de paciencia.
En cambio los quistes pilonidales pueden ser dolorosos, afectando más frecuentemente a los varones, y suelen darse entre los 15 y los 30 años. Aunque habitualmente se encuentran próximos al coxis, también puede afectar al ombligo, las axilas o incluso al pene, aunque estas localizaciones son mucho más raras. Cuando el pelo encarnado crea un quiste, hay que consultar al dermatólogo. El médico prescribirá antibióticos locales o incluso orales. Si sueles tener quistes probablemente no es sólo un problema de pelos encarnados.
Para eliminar las pequeñas marcas pigmentadas podemos aplicar cremas exfoliantes o con ácidos de frutas AHA; también cremas antiacné. Para las pieles mate, el uso de despigmentadores locales también es útil. En cambio,“las marcas que dejan surco sólo pueden mejorarse con láser.