Los cartílagos costales se encuentran en la parte del tórax, éstos cumplen la función de unir las costillas verdaderas, primeros siete pares, con el esternón. Están ubicadas en la parte anterior de las costillas, prolongándolas desde su extremo anterior, creando de esa manera, los arcos costales. Su apariencia es transparente y son flexibles, permitiendo la expansión de los pulmones al respirar, sin ocasionar daños o ruptura de los huesos.
En las primeras siete costillas, o verdaderas, la longitud de los cartílagos costales aumenta y se insertan en el esternón; en las siguientes tres costillas, o falsas, el tamaño de éstos decrece y se unen entre sí por medio de los bordes inferiores; en las últimas dos, o flotantes, sólo prolongan la costilla terminando en punta en los músculos de la pared abdominal anterior, sin fijarla a la pared del tórax. Los extremos mediales del cartílago costal números siete al diez, forman en ambos lados un reborde cartilaginoso, mediante la unión entre sí y al unirse el reborde, forma lo que conocemos como arco costal.
Por otro lado, existen diversos tipos de articulaciones en los que los cartílagos costales juegan un papel importante: la articulación cartilaginosa primaria, que es la fijación del primer par de cartílagos costales al esternón; las articulaciones sinoviales, que son la unión del segundo al séptimo par de cartílagos con el esternón; articulaciones costocondrales, que es donde se junta el extremo anterior de la costilla con el cartílago costal y las articulaciones intercondrales, que se forman entre los extremos del octavo al décimo cartílago, se unen sus bordes inferiores con los superiores.