La movilización de tejidos blandos es un tipo de masaje empleado por fisioterapeutas para mejorar el movimiento de los músculos y tejidos blandos y que se hayan visto afectados por alguna lesión, tensión, contractura o simplemente, carezcan de movimiento, generando mayor circulación y extensión de éstos a través del masaje. El fin es poder permitir que la persona mueva sus articulaciones normalmente, sin sentir dolor por ello. Hay ciertos métodos que se utilizan con más frecuencia en problemas de espalda, éstos son siete: acariciar, estirar, presionar de forma inhibidora, amasar, producir vibración, friccionar y masajear el tejido conectivo. Explicaré cada uno de ellos, de manera que pueda imaginar cómo se realiza un masaje de movilización de los tejidos blandos.
Primero, el método de acariciar, también llamado roce superficial, consiste en la presión casi con la totalidad de la mano en partes contraídas, con el fin de eliminar tensiones en el paciente, ésta debe realizarse por unos dos minutos en la cual se acaricia la espalda por completo, identificando los puntos a tratar en los siguientes métodos. El siguiente paso, es estirar o rozar con profundidad, aquí se utilizan, además, los dedos, pulgares y talón de la mano de forma rítmica, para masajear sólo los tejidos blandos afectados. Para la presión de forma inhibidora es necesario que el individuo esté en una posición cómoda, aquí se presiona el vientre del músculo con la parte inferior de la palma y donde inicia el pulgar, realizando incremento y descenso de presión de forma lenta hasta sentir que el músculo se relajó.
Luego, se realiza el método de amasar, donde el fin es mejorar la circulación, se masajea el músculo a través de todas sus secciones pequeñas hasta abarcarlo todo, a veces se combina con los dos pasos anteriores. Para producir vibración, es necesario practicar mucho, esto se realiza con las yemas de los dedos, aunque aquí hay veces que los fisioterapeutas prefieren utilizar una máquina. Friccionar, hay que fregar con fuerza de forma transversal en cada contractura con el talón de la mano. Finalmente, se realiza un masaje del tejido conectivo, donde se acaricia con las yemas de los dedos toda la superficie de los tejidos blandos, mediante tracciones rítmicas y cuidadosas.g