Cuenta la mitología griega que Narciso era un joven muy hermoso del cual se enamoraban todas las doncellas, y, sin embargo, él las rechazaba a todas, incluida a la Ninfa Eco. Un día, estando en el bosque, Narciso escuchó a la Ninfa Eco; ella se acercó y él rechazó su amor. Una madre narcisista es aquella que está enamorada de su propio reflejo, atrapada en ella misma y con poca capacidad para empatizar con los demás.
Estos pueden ser signos de una madre narcisista:
1. No tiene conciencia de que sus hijos son realmente personas diferentes con sentimientos propios.
2. Siente que actúa de forma desinteresada y exige que la quieran, para lograrlo, utiliza técnicas como la manipulación.
3. Su sentimiento de grandiosidad le hace creer que sabe más que los demás, que tiene mejor clase y más belleza y que el mundo no la merece.
4. Cree tener siempre la razón; sobre todo.
5. Le falta empatía con sus hijos; es decir, no se preocupa realmente por lo que les sucede.
6. Es insensible a las necesidades y sentimientos de sus hijos, dado que se centra en sus propias necesidades.
7. Es poco estable en la manera de comportarse con sus hijos; es decir, por un lado es capaz de ser muy atenta y halagadora por momentos y mostrarse despreciativa y desinteresada poco después.
8. Cuando se muestra muy interesada es porque, con ello, quiere conseguir algo. Es muy hábil para salirse con la suya y conseguir siempre lo que quiere.
9. Envía mensajes mixtos a sus hijos: los hace ver como seres especiales y excepcionales y, al mismo tiempo, deficientes; es decir, por un lado admira y por otro devalúa.
10. Puede llegar a ser agresiva en sus comentarios, inclusive, en sus acciones.