Qué es amisulprida

La amisulprida pertenece al grupo de los antipsicóticos atípicos, de creación más reciente, denominados de esta manera porque poseen un ámbito mayor de efectividad, tanto para los aspectos negativos como positivos dentro del desarrollo de la enfermedad, y además por la baja incidencia de los efectos adversos asociados comúnmente a este tipo de medicamentos, incluida una menor afectación hormonal.

   Esta familia de fármacos se emplea de forma habitual para el tratamiento de la esquizofrenia, la cual se refiere a un amplio espectro de desajustes cognitivos y emocionales que puede presentar una variada gama de síntomas en cada paciente afectado. La importancia del desarrollo médico dentro de esta rama se debe a que es una de las enfermedades que causas mayores discapacidades en el ser humano, a pesar de que no constituye un padecimiento mortal.

   El tratamiento con amisulprida ha demostrado la capacidad de este medicamento para –en una dosis de 400 mg diarios– controlar las etapas más intensas de la esquizofrenia tanto en su faceta aguda como crónica, así como también de mantenerlas neutralizadas cuando existe un predominio de los síntomas positivos. De igual manera, la amisulprida se adapta con relativa facilidad a las características cambiantes que presenta cada paciente esquizofrénico.

   Es importante que conozca los padecimientos con los que no debe consumir amisulprida, entre los que se ubican: la insuficiencia renal de máxima gravedad, los antecedentes de convulsiones, la enfermedad de Parkinson, la bradicardia y el diagnóstico de diabetes mellitus.

   No se aconseja que mezcle el consumo de amisulprida con aquellos que hacen más lenta la frecuencia cardiaca, disminuyen los parámetros de potasio en el cuerpo como diuréticos y laxantes, o los fármacos neurolépticos, utilizados  también para el tratamiento de la psicosis, entre los que figuran varios antidepresivos.

   No se aconseja el uso de este medicamento en niños y embarazadas. En el primer caso no se conocen los efectos en los infantes y en el segundo, es todavía una incógnita por resolver si es posible que los compuestos de la amisulprida se transmitan a la leche materna, y de ahí al bebé.

   Aunque los efectos secundarios disminuyen mucho de la amisulprida a otro tipo de antipsicótico, sí es posible reconocer cierta rigidez en los pacientes que la consumen, acompañada a veces de temblores, pobreza en los movimientos o descoordinación de los mismos. El insomnio y la ansiedad también son frecuentes, junto a otros trastornos del sistema endocrino y cardiovascular que también están presentes durante el tratamiento.

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/28/2013