Una bursitis es una inflamación de una bolsa serosa (bursa). En el caso de la bursitis de la pata de ganso, también llamada bursitis anserina, se presenta inflamada la parte medial de la rodilla. Esta bursa inflamada, costreñida por los tendones de los músculos sartorio, gracilis y semitendinoso, tiene apariencia de una pata de ganso, que da nombre a esta dolencia.
En pacientes con bursitis de la pata de ganso, la zona se encuentra muy sensible al tacto y sienten dolor al andar, en una (bursitis unilateral) o en ambas rodillas (bursitis bilateral). En ocasiones hay crepitación palpable. Puede ser necesario para el diagnóstico la realización de una ecografía o una resonancia magnética.
La bursitis anserina puede ser de origen traumático, puede deberse al sobreuso de las rodillas o a procesos degenerativos crónicos como la artrosis. Es más común en individuos jóvenes que practican deporte (especialmente en corredores de larga distancia), mujeres de mediana edad obesas y pacientes muy mayores.
Esta dolencia dolencia debe ser tratada primero con reposo, antiinflamatorios no esteroideos, frío local, ultrasonidos, electroterapia, ejercicios de rehabilitación (estiramientos del aductor, el cuádriceps y los tendones de la corva) y, en el caso de que el paciente sea obeso, con dieta hipocalórica para promover la pérdida de peso. Si este tratamiento de tipo conservador no fuera suficiente, la bursitis puede tratarse quirúrgicamente, teniendo que someterse el paciente a ejercicios de rehabilitación tras la intervención, o con inyecciones locales de ozono (que no tienen efectos secundarios) o intrabursales de corticoides con anestésicos.