Aunque la hiperplasia lobular atípica constituye un padecimiento benigno, se ha probado que las mujeres que lo desarrollan en algún momento de su vida, tienen más posibilidades de contraer un tumor maligno de mama en los años posteriores. Esta afectación aparece en las células de las mamas y es posible detectarla mediante el recurso de exámenes tales como la biopsia y las pruebas microscópicos.
En consecuencia, los médicos suelen orientar un cuidadoso sistema de tratamientos y una estrategia en la que se evite por todos los medios que la anomalía desemboque en un cáncer de mama, o al menos que su aparición no ocurra sorpresivamente, eliminando las posibilidades de una recuperación más efectiva.
Aún no se conocen las causas específicas por las que una mujer comienza a generar células atípicas en número, tamaño y apariencia atípica –como indica su nombre- en los tejidos mamarios, tanto en los lóbulos, conocido por hiperplasia lobular atípica, como en los conductos de la leche donde recibe el nombre de hiperplasia ductal atípica. En ambos casos, las células pueden tornarse cancerígenas y desembocar finalmente en un cáncer.
Los síntomas son igualmente difusos, prácticamente inexistentes por lo que la única vía para conocer si una mujer presenta hiperplasia lobular es un examen más profundo que la palpación. Una de las medidas para erradicar el padecimiento una vez detectado, es la denominada biopsia quirúrgica, consistente en una mastectomía parcial o una escisión local amplia con el propósito de eliminar las células anormales.
Después del proceso operatorio, la mujer debe mantener precauciones habituales, como el autoexamen de senos, las mamografías y las resonancias magnéticas de ser posible, para detectar a tiempo cualquier indicio de cáncer.
Las opciones para prevenir el cáncer son varias: desde las menos drásticas como el empleo de fármacos preventivos entre los que se incluye el aromasin, hasta las más agresivas como la mastectomía voluntaria. Es importante para la salud física y sicológica de las mujeres que sufren o sufrieron hiperplasia lobular atípica, comprender su riesgosa situación, la atención permanente de los síntomas del cáncer y mantener un estilo de vida lo más saludable posible.