El apoderamiento fotosensible es un tipo peculiar de epilepsia en el que los ataques son producidos por estímulos visuales y lumínicos. Constituye una variedad rara de los padecimientos epilépticos, que suele englobar solo al cinco por ciento de las personas diagnosticadas con esta enfermedad, especialmente durante la etapa de la niñez y la adolescencia.
El ataque fotosensible no difiere de otros ataques epilépticos en cuanto a la forma en que ocurre, sino que solo se distingue del resto por los estímulos que motivan su surgimiento, tales como iluminación intensa y luces parpadeantes como por ejemplo en las discos y centros nocturno, y patrones de movimiento demasiado irregulares, entre los que figuran determinados productos audiovisuales marcados por la exacerbación de la violencia y la acción.
Existen ejemplo clásicos de apoderamientos fotosensibles como el ocurrido en Japón durante la visualización de la serie animada “Pokemón” en 1997, donde se reportaron cientos de casos de personas afectadas por una escena. Desde la fecha, las precauciones han aumentado para asegurar que no se comercialicen juegos o productos audiovisuales que puedan tener este tipo de efectos.
Las características de este padecimiento varían de una persona a otra en cuanto a los síntomas, la regularidad y la intensidad de los ataques por lo que diagnosticarla supone una tarea bastante difícil. Sin embargo, casi todos los afectados refieren que cuando se encuentran en una situación de riesgo por exposición a luces fuertes, tienen un intervalo temporal en el que pueden alejarse de esas condiciones y evitar el episodio epiléptico.
La mayoría de las personas no son conscientes de que padecen de esta enfermedad hasta que sufren el primer ataque, a partir de ese momento es importante establecer de inmediato un régimen de cuidados para proteger a la persona de todo lo que pueda desencadenar las crisis y convulsiones.