Los timbres eléctricos se encuentran en gran parte de las casas en la actualidad y su funcionamiento es bastante simple e ingenioso y se basa en fenómenos electromagnéticos. Es básicamente un circuito eléctrico compuesto por un generador, un interruptor y un electroimán. La armadura del electroimán está unida a una pieza metálica llamada martillo, que puede golpear una campana pequeña.
Funcionamiento
Cuando se aprieta el pulsador de un timbre, se excita con la corriente un electroimán que hace vibrar un martillito percusor contra el borde de una campanilla metálica. Las oscilaciones del martillito se obtienen por la alternancia de rapidísimas atracciones y rechazos contra el núcleo de hierro del electroimán. Éste se encuentra recorrido por un flujo de corriente continuamente intermitente, que mantiene así en oscilación la varilla del martillo percusor. Cuando éste es atraído contra el núcleo magnético, la varilla interrumpe la corriente, la cual se restablece en cuanto la varilla es devuelta al punto de partida mediante un pequeño muelle, así comienza de nuevo la oscilación, y continúa mientras el pulsador permanezca presionado. Las vibraciones se interrumpen al dejar de apretar el pulsador: la corriente eléctrica cesa de circular por la bobina del electroimán y éste deja de atraer al martillito.
En el siguiente diagrama se puede ver gráficamente lo explicado:
