Desde hace muchos años ya, el Mouse óptico ha venido reemplazando al tradicional Mouse, y es debido a que ofrece una mejor sensibilidad en sus movimientos, el puntero del Mouse puede funcionar mejor en superficies irregulares y no requiere de una limpieza interna como el tradicional ya que carece de rodillos o rueda giratoria.
El único pequeño problema es que, con el tiempo suele ensuciarse en su superficie e ir acumulando polvo en las almohadillas que están colocadas en la base, cercanas al rayo de luz, lo que puede provocar movimientos inexactos del cursor, haciendo que salte de un lugar a otro en la pantalla o incluso, impidiendo su completo funcionamiento.
En realidad su limpieza es sumamente simple. Si tu Mouse óptico sufre alguno de los síntomas mencionados, lo único que necesitas hacer es lo siguiente:
1. Desconectarlo de tu computadora
2. Toma un paño ligeramente húmedo y limpia la parte inferior del Mouse, no hay necesidad de abrir el cuerpo.
3. Se puede remover el polvo acumulado, ya sea con tus propias uñas o con una espátula de plástico.
4. Nunca uses un instrumento filoso, como un cuchillo o cutter ya que podría hacerle un daño permanente.
5. Para quitarle el exceso de grasa de la superficie, gracias al constante contacto con la mano, con un paño húmedo y un poco de jabón de manos aplicado al paño y tallando con suavidad será más que suficiente.
6. Conecta de nuevo a tu computadora y disfruta de tu nuevo Mouse óptico.