Como seleccionar las telas

Ha encontrado un patrón que le encan­ta y está segura de que le sienta bien. ¿Cuál es el próximo paso? Seleccionar una tela que se adapte bien al modelo. Y aunque ésta es una tarea más bien agradable, a veces la variedad de telas que hay en el mercado puede hacerla un tanto confusa. Para ayudarla a esco­ger la tela que más le conviene, aquí tiene unas cuantas sugerencias

Consejos

■  Observe detenidamente el patrón, y tendrá la clave sobre la tela que debe comprar. ¿Seleccionó un vestido sua­ve, una chaqueta tipo sastre, unos pan­talones entallados, un traje de noche llamativo? Pues busque una tela que “combine” bien con el modelo: que sea fina, por ejemplo, que tenga buena caída o cierto cuerpo, de color entero o con estampados grandes o menudos.

■  Si no acaba de decidirse, examine la parte de atrás del patrón. Muchos fabri­cantes hacen sugerencias sobre el tipo de tela que debe usarse: algodón, lana, lino, seda, paño, etc. Algunas veces hasta se indica el tipo de tela que no debe usarse. Aunque no es necesario que siga estas recomendaciones al pie déla letra, sí puede guiarse por ellas en líneas generales, especialmente si no tiene mucha experiencia.

¿Está haciendo sus “primeras ar­as” en la costura? Es preferible en­tonces que compre telas consistentes y de precios módicos, como las de algo­dón. Si para empezar invierte dinero en sedas u otras telas costosas y difíciles de trabajar, la preocupación de que puede echarla a perder le quitará toda la diversión a la costura. También es aconsejable que evite en un principio las telas muy voluminosas, resbaladi­zas o de textura demasiado delicada. Por mucho que le gusten, déjelas para cuando tenga más práctica.

■ Sin embargo, evitar las telas más costosas no quiere decir que tenga que conformarse con una de poca calidad ¡aunque sea su primer proyecto! Una tela de baja calidad produce prendas de vestir inferiores, que apenas duran, y que no valen el tiempo y el trabajo que se invierte en ellas. Hay telas suficien¬ temente buenas, que están al alcance de todos los presupuestos.

■  ¿Cómo se averigua entonces la calidad? Puesto que el precio no es siempre el mejor índice, guíese al seleccionarla por el aspecto que tiene y por el modo que se siente al tacto. Para asegurarse bien, desenrolle un pedazo de la pieza, y fíjese en la textura y en el peso. Levan­te la tela hacia la luz. ¿Parecen encon­trarse en el ángulo correcto los hilos a lo largo y a lo ancho? Si la tela es estampa­da, ¿”casa” bien el dibujoal combinar­se los hilos a lo largo y a lo ancho? Si la respuesta a una de esas preguntas es negativa, es mejor que descarte la tela.

■   Ponga ahora la tela al trasluz, y exa­mine la transparencia. ¿Es necesario forrarla? Aunque esto no es indicio de baja calidad (de hecho, muchos vesti­dos se ven mejor forrados), sí es una tarea extra, que las costureras con poca experiencia a veces no se itreven a llevar a cabo. Fíjese tambiér. i la tela se arruga demasiado (lo que significa que tendría que planchar la prenda constantemente). ¿Es un tejido de pun­to? Examínelo bien en busca de arrugas y “enganches”, que por lo regular no desaparecen al plancharlo. Tire suave­mente de la tela, y observe si recobra enseguida su forma.

■   No deje de fijarse en la composición de la tela, y comparar el cuidado que necesita con su propio estilo de vida. Si, por ejemplo, le gustan la frescura y la consistencia de las telas de fibras naturales, recuerde que debe tener el tiempo y la disposición para planchar las piezas. En otro caso, es mejor que se decida por un material de fibras sintéti­cas (o por una mezcla de fibras natura­les y sintéticas) que sea más fácil de cuidar. Lo mismo ocurre con telas que requieren el lavado en seco. Si no está en condiciones de mandar una prenda a la tintorería cada vez que se ensucie, decídase por una tela que pueda lavar sin problemas a mano o en la lavadora.

■   ¿Tiene alguna duda acerca de la composición y el cuidado de una tela? Observe la etiqueta que por lo regular está en un extremo de la pieza. Allí encontrará el tipo de tejido, y (a compo­sición si es una mezcla, así como el nombre del fabricante, la marca regis­trada y el modo de cuidar la tela.

■   ¿Ya ha decidido el tipo de tela que necesita? Piense ahora en el color. ¿Cuáles son los tonos que más la favo­recen? ¿Qué dibujo o estampado le vie­ne mejora su figura? ¿Le convendría tal vez una tela de rayas o de lunares? Y si todavía no acaba de decidirse, observe la figura que viene en el patrón. ¡Siempre puede servirle como guía!

 

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Categorias: Decoracion
Ultima modificación: 06/22/2012