Siempre se ha comentado que el dinero no tiene amigos pero puede que en algún momento de dificultad económica y como última opción nos veamos obligados a pedirle a un amigo que nos preste dinero.
Hay que recalcar que esto puede ser una acción un tanto violenta porque no todo el mundo está dispuesto a prestar dinero y puede provocar que la amistad con dicha persona se vuelva tensa en el caso de no poder devolverle el dinero por lo que para evitar tal cosa te recomendamos que sigas los siguientes pasos si te ves ante tan desagradable situación.
Primero debes conocer la cifra de dinero que necesitas realmente, no pidas dinero de más para ir más tranquilo o relajado sino lo que necesitas para hacer frente a dicho imprevisto. Además, redacta un pequeño contrato en el que expongas para que vas a utilizar el dinero, por qué lo necesitas, el plazo en el que piensas devolverlo y la cuota. Con esto demostrarás a tu amigo que te lo tomas en serio y que el dinero que te vaya a prestar no lo va a perder. Un consejo, establece una cuota que te sea cómoda de pagar y que te permita amortizar por adelantado el capital prestado. De esta forma más que deteriorar la relación la reforzará al ver que te tomas en serio el compromiso.
En segundo lugar, dicha petición debe realizarse en persona, no sirve que lo hagas por teléfono o por email. Intenta quedar en un ambiente sosegado y háblale con tranquilidad y respondiéndole con total sinceridad y lo menos nervioso posible. Si puede prestarte el dinero lo hará por lo que en caso de recibir una contestación negativa, contéstale de forma educada y en el mismo tono sosegado que mantuviste durante toda la charla.
Por último, en caso de concederte el dinero recálcale lo mucho que te esforzarás en devolverle el dinero y adelántate en la medida de lo posible a los pagos para saldar la deuda que tienes contraída con él.