Elegir hipoteca: interés fijo o interés variable

Cuando nos encontramos ante la disyuntiva de elegir una hipoteca, podemos dudar sobre la conveniencia de un tipo de interés fijo o uno variable, dato que sólo podremos contrastar conforme vayan evolucionando los tipos de interés en el mercado. En este momento, los tipos de la zona euro han descendido hasta alcanzar mínimos históricos para alcanzar estímulos para el crecimiento. Estas bajadas sucesivas han permitido que numerosos propietarios hipotecados hayan visto reducirse sus cuotas de forma progresiva.

La primera diferencia entre interés fijo y variable es el hecho de que mientras el tipo fijo se mantiene constante durante toda la vida de la hipoteca, el variable va evolucionando en función del índice que se tome como referencia, que habitualmente suele ser el Euribor. Por ello, mientras con el tipo fijo, sabemos desde el principio lo que vamos a pagar, si optamos por un tipo variable el aumento de los intereses puede llegar a encarecer el préstamo.

El plazo de amortización varía dependiendo del tipo que escojamos, pues si en el fijo ronda los 15 años, en el variable puede alcanzar los 40 años. Esto determina que sólo si disponemos de una gran solvencia podamos hacer frente a una cuota mayor como la que se impone en el préstamo a tipo fijo. Del mismo modo, si quisiéramos beneficiarnos de una bajada de intereses subrogando la hipoteca a otra entidad, deberíamos pagar una comisión por cancelación mayor que la de tipo variable.

Los expertos recomiendan que sólo recurramos a un préstamo a tipo fijo en caso de que las cantidades a abonar por la vivienda sean reducidas debido a las mayores ventajas que ofrecen actualmente los préstamos a tipo variable.