Los mejores trucos para ahorrar en el supermercado

Tanto si nos afecta el contexto generalizado de crisis por los precarios ingresos familiares como si no nos vemos sujetos a restricciones económicas, realizar una adecuada intendencia del hogar es una de las mejores formas de conseguir ahorrar un dinerillo que puede venirnos muy bien a la hora de darnos un capricho o afrontar cualquier gasto imprevisto.

La forma de establecer una política de ahorro en la cesta de la compra se resume en una serie de consejos y comportamientos que debemos interiorizar. Son cuestiones muy sencillas, como podréis comprobar a continuación.

En primer lugar, para evitar tener que tirar comida a la basura porque se ha caducado sin que hayamos hecho uso de ella o comprar cosas innecesarias, es conveniente realizar una buena planificación previa de lo que vamos a comprar. Una lista de la compra puede ser de gran ayuda para evitar la tenatación de llenar nuestro carro con objetos que no necesitamos, logrando de este modo un ahorro muy sustancioso. Del mismo modo, si planificamos las comidas de la semana, podremos adaptarlos a los productos de temporada y conseguir mejores precios en cualquier punto de venta. Conviene además que sean menús cerrados, evitando comprar platos precocinados o preparados, que incrementan el coste de la compra.

En segundo lugar, busca las mejores ofertas y aprovecha los cupones de descuento y promociones como el tan famoso 3×2. Hay productos no perecederos o con fechas de caducidad larga que permiten que almacenes en casa para no tener que comprar los mismos productos fuera de promoción. Compara los precios de los supermercados para averiguar cuál de todos ellos te conviene y acude a realizar la compra de forma mensual. Si tienes la posibilidad de almacenar congelados y otros productos en condiciones adecuadas, no sólo ahorrarás combustible, sino que podrás comprar por piezas o en cantidades mayores y reducirás el precio respecto a una compra de menores dimensiones.

Finalmente, está en tu capacidad de gestionar las comidas conseguir un verdadero ahorro para la economía doméstica. Si congelas de forma adecuada las comidas, puedes tener raciones preparadas para varias ocasiones. Del mismo modo, si realizas menús semanales en los que reduzcas la cantidad de carne, los platos serán más saludables y menos costosos. Si compras productos ultracongelados, como carne o pescado, la diferencia suele ser muy importante respecto al mismo producto fresco.