Qué significa ser un aval en la escritura de una casa

A la hora de solicitar una hipoteca para la compra de una vivienda los bancos suelen solicitar un sinfín de documentación. A parte de la vida laboral, informes de vida laboral, contratación de seguros de vida, tarjetas de crédito, nóminas… pedirán sin lugar a dudas un avalista.

El avalista en la mayoría de los casos serán nuestros padres o los padres de nuestro cónyuge ya que con esta figura el banco se garantiza que en caso de que en el peor de los casos no se puedan hacer frente las letras de la hipoteca pueda exigirle el pago de las mismas al avalista. El avalista a su vez deberá responder al pago de las mismas y en caso de que no pueda hacer frente a las mismas responderá con el bien que presente como aval (generalmente otra vivienda). En resumen, el banco intentará por todos los medios garantizar y minimizar las pérdidas en caso de impago.

El ser avalista no es algo para tomárselo a la ligera ya que responderemos con nuestros bienes en el caso de que la persona a la que avalemos no pueda hacer frente a los pagos. Si es nuestro hijo al que avalemos terminaremos haciéndolo pero siempre será recomendable que busque otras opciones y leer bien todas las condiciones antes de firmar nada ya que la vida puede dar muchas vueltas y el trabajo con el que pensemos que es fijo el día de mañana no lo sea. Nadie sabe con certeza pasará el día de mañana por lo que siempre que se pueda será mejor prescindir de los avales.