La tarjeta de crédito es un instrumento material de identificación del usuario emitido por un banco o entidad financiera.
Cuando un consumidor utiliza una tarjeta de crédito para ciertos tipos de transacciones, hay un período de tiempo en el que la operación se encuentra, por así decirlo, en el limbo. El cargo pagado se considera como autorización de la tarjeta de crédito y por tanto pendiente hasta que realmente la transacción llegue a la cuenta del cliente.
Respecto al concepto de cargo, las empresas utilizan las autorizaciones pendientes de tarjetas de crédito para protegerse. Al colocar una autorización en una cuenta, una empresa comprueba que la cuenta está en buena posición y tiene la cantidad de crédito disponible en él para cubrir los gastos. No se considera una carga para el cliente hasta que la transacción queda realizada.
Los cargos pendientes pueden ocurrir en cualquier transacción, pero se dan con frecuencia en las transacciones con hoteles y empresas de alquiler de coches. La autorización pendiente es como una cuenta a pagar en cualquier establecimiento. Un hotel se protege al poner un control sobre la cuenta de un cliente cuando el cliente se inscribe al llegar. Las ganancias del hotel llegan con la transacción después de que el cliente realice el check out, lo que permite a todos los cargos que se añadan a la cuenta total.
Respecto a las autorizaciones pendientes tenemos también el concepto de equilibrio, refiriéndose a que todas las tarjetas de crédito tienen un crédito límite. La cantidad de crédito disponible es una cantidad que todavía está abierta y es utilizable por el titular de la tarjeta. Cuando las transacciones se consideran como autorizaciones pendientes, la cantidad se extrae del crédito disponible, aunque la cantidad aún no se haya publicado.