Cómo evitar los cargos financieros con las tarjetas de crédito

En ocasiones, la elección de una tarjeta de crédito u otra puede significar una diferencia sustancial a la hora de afrontar el pago de comisiones con las que no contábamos.

Evidentemente, la mejor de las opciones reside en contratar alguna tarjeta que no implique comisiones, como las que actualmente ofrecen algunas plataformas de banca online. De cualquiera de las maneras, examina con detenimiento los contratos de forma previa a aceptar las tarjetas y revisa las tasas e intereses que te cobrarán en cada uno de los supuestos más habituales. Es especialmente importante que localices la existencia de una cláusula denominada “universal”. Mediante ésta, el prestamista tiene la posibilidad de aplicarte nuevos tipos de interés en caso de que te demores en el pago de los plazos de la tarjeta o de otras deudas. Si te aplican esta subida, ello conllevará que debas amortizar cantidades mayores, por lo que procura esquivar esta cláusula y, en caso de tener que afrontarla, procura pagar antes de que se cumplan los plazos.

En la medida de lo posible, averigua si dispones de un plazo de gracia para pagar los cargos de tu tarjeta. Generalmente son de veinte o veinticinco días, por lo que si abonas la deuda en este plazo, evitarás recargos e intereses adicionales.

Si pagas por correo o internet los cargos de las tarjetas, realiza la operación con suficiente antelación y comprueba el plazo que tardan en tramitarlo para evitar sorpresas.

Finalmente, una estrategia que puede evitarte un pago mayor, es la de abonar el cargo de la tarjeta pendiente con otra tarjeta sin comisiones. Así dispondrás de un plazo mayor para pagar la deuda y no tendrás penalización.