Solicitar un préstamo para comprar un coche de segunda mano

En ocasiones la vida nos sonríe con jardines en los que hay tantas flores que uno puede no saber bien cuál escoger. Es posible que una de las situaciones más parecidas sea la de buscar financiación para comprar un coche de segunda mano, pues la oferta disponible para este tipo de operaciones es tan amplia que deberemos recurrir a un comparador de internet para poder dirimir y descartar las opciones menos ventajosas desde el principio. Tal es la situación que encontrará el comprador, que es probable que los propios vendedores, en caso de que se trate de una agencia o concesionario, le ofrezcan unas buenas condiciones crediticias con tal de que se asegure la venta… Eso sí, deberemos cumplir a rajatabla las exigencias de nuestro prestamista para que la operación llegue a buen puerto.

En cualquier caso, las cuestiones que deben centrar nuestra atención, además de los extras del coche o su motor, son las condiciones del préstamo que nos ofrecen. El tipo de interés es una cuestión fundamental, porque nos veremos en la tesitura de escoger entre un tipo variable o un tipo fijo. Aunque pueda parecer más apetecible el tipo variable por tratarse de un porcentaje menor, debemos tener en cuenta que, salvo que escojamos un plazo de amortización muy breve, este tipo puede incrementarse a lo largo de la vida del préstamo y acabaríamos pagando más. El tipo fijo, a priori mayor, implica que sabemos desde el principio los intereses que abonaremos.

Si lo deseamos, podemos pactar que se reserve parte del capital para abonarlo al final, de modo que las cuotas serán más bajas. Es una buena opción para los que cambian de coche de forma habitual, pues pueden venderlo y pagar el último plazo antes de comprar un nuevo coche.

Como cualquier préstamo, la documentación que se nos pedirá para formalizar la operación será el documento de identidad o pasaporte, las tres últimas nóminas y la declaración de la renta.