Bien sabemos que algo en la vida que no podemos cambiar o escoger es la familia y quienes nos toquen como hermanos, forma parte de esa gran lotería cósmica, en la que algunas veces sales victorioso o en otras no, pero que en el gran esquema de cosas es una experiencia positiva.
Psicólogos han llegado a la conclusión de que los que han tenido hermanos, de alguna forma aprenden a adaptarse e incorporarse mucho mejor en la sociedad, quizás por ser la primera interacción grupal en la que están o por ser los hermanos un nexo a otros grupos, que luego pueden o no estar también en contacto con uno.
En el caso de que sea un varón el que tenga hermanas, ésto hará que valore y comprenda más a las mujeres en general, lo que ayudará a su relacionamiento con ellas en la adultez, en situaciones que van desde el ambiente de trabajo, en la amistad o en las relaciones de pareja.
También el caso de tener una gran familia, con un número considerable de integrantes, hace que el individuo no se encuentre solo ante el eventual surgimiento de algún problema, pues los miembros de la familia funcionan como una ayuda y protección que generalmente pueden llegar a asistir al individuo de una forma u otra hasta llegar a una solución. Todo esto claro está si existe buen relacionamiento.
La principal desventaja podría radicar en el caso de que no exista una buena relación y éste vínculo en vez de ser positivo se vuelva un obstáculo para el desarrollo del individuo.