Las fases del duelo

Posteriormente a una pérdida trágica por la que una persona haya pasado, como el fallecimiento de alguien querido, separaciones tales como el divorcio u otro tipo de amistad o cambios bruscos en lo laboral, las cuales son situaciones esperadas que ocurren en la vida, aunque sin embargo, pueden llegar a sacudir completamente las bases de nuestra seguridad y previsibilidad emocional, la cual luego atravesar por varias fases, vuelve paulatinamente a reconstruirse.

Éstas fases son cinco, y son las nombradas a continuación:

Negación. Esta es la primera de las fases que experimenta una persona, presentándose como una reacción ante el shock del impacto de la perdida, como una defensa emocional ante la implicancia del acontecimiento, en la que generalmente se niegan los propios sentimientos, los cuales entran en conflicto con la realidad, que también inconscientemente, funciona como un lapsus momentáneo de tiempo, que la persona se da a sí misma para procesar la información, buscando los mecanismos más apropiados, de acuerdo a cómo se siente.

Negociación. Durante esta fase, lo que sucede es que la persona comienza su proceso de asimilación (aparente, pues en realidad está aún en la fase de negación, la que es sopesada con pensamientos un tanto mágicos), aún en sus primeros pasos, iniciando con una negociación interna entre sus emociones y la realidad de la situación, como un trato entre las partes, siendo la otra parte algún factor o agente de la vida misma (Dios, el médico, el diablo, etc.), ofreciendo un cambio de actitud o conducta.

Depresión. Una vez que el individuo nota que no existe un cambio en la realidad acorde a su negociación, entra en una fase negativa, depresiva, en la que sus pensamientos y emociones rondan alrededor de la aceptación de la pérdida y la consecuencia de ello en su vida. La persona tiene la posibilidad de superar esta fase, en un tiempo corto, si la afronta con valentía y si tiene el soporte emocional adecuado por parte de su entorno.

Ira. Luego del estado depresivo, el individuo suele desarrollar la emoción de ira, una vez que ha aceptado completamente los hechos de la realidad, y comienza a tomar una actitud rebelde, cuestionando todos sus pensamientos, emociones, y el hecho mismo de la pérdida, con rabia hacia la vida, y todo lo que implica ella, resultando una fase un tanto catártica, que puede liberarlo del dolor.

Aceptación. Esta es la última etapa del proceso de duelo, en la que el individuo llega una vez que ha superado completamente las fases anteriores, en la que usualmente se arriba ya muy agotado y debilitado por todo el embate emocional atravesado, buscando generalmente la soledad y la introspección, pero con un sentido profundo de paz en relación a las circunstancias acontecidas.

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Categorias: Personal
Ultima modificación: 10/07/2013