Cómo comenzar una conversación con una persona en el bus o el tren

Cuantas veces hay que sin ánimo de seducción querríamos poder conversar con la persona que tenemos sentada junto a nosotros. Pero nunca dejamos de tener presente que estamos rodeados y eso nos hace sentir incómodos. Ser capaz de pasar un buen momento con alguien es un entrenamiento valioso del que puedes rescatar interesantes experiencias. Atrévete; después de todo es muy probable que esa sea la primera y última vez que veas esas caras.

Los dos medios infalibles en estos casos son la música y la lectura. La primera porque otros la escuchan y la segunda porque la curiosidad por ver qué lee el lector/la lectora es grandiosa. Sea que te encuentres de uno u otro lado, alguna vez pasarás por esta situación. Lo interesante es aprovechar cuando eres tú quien quiere comenzar la conversación.

Habrás experimentado otras veces que cada vez que debes dirigirte a alguien por primera vez te acechan las dudas acerca del código apropiado para hacerlo. Las reglas en verdad no son muchas, se trata simplemente de a) ser educado y respetuoso, nada tienes que demostrarle a tu interlocutor, por lo que un tono de voz arrogante o excitado podría incomodarlo y frustrar la comunicación; b) mantente en la superficie, no es aconsejable sumergirte en largos relatos o confesiones inesperadas de la nada; c) relájate y maneja la conversación con soltura, como si esa persona ya fuese tu amiga.

Los ingredientes necesarios para iniciar una conversación en un medio público de transporte son desparpajo, espontaneidad y empatía. Si no tienes la valentía necesaria para preguntar si la próxima parada es la que te corresponde o comentar que te resulta causal encontrarte a esa persona todos los días a la misma hora en el mismo vagón viajando junto a ella, o te juzgas por querer hacerlo, mejor no realices ningún movimiento. Terminarás golpeándote la cabeza contra la pared.

Si decides juntar coraje y dirigirte a la persona con la que quieres comunicarte y has superado el miedo a que te crean un loco, entonces evita las preguntas cerradas (aquellas que se responden con un SI o un NO) y piensa en una pregunta abierta, que abra el juego. Cuando se trata de sociabilizar, cuanto menos rígido y analítico seas mejor será. Además de tener a un silencioso y curioso bus o vagón con la oreja puesta en lo que digas, podrías perder frescura. ¡Libérate!

 

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Categorias: Vida social
Ultima modificación: 08/05/2012