Cómo ser puntual

La puntualidad dejó de ser patrimonio nórdico hace mucho tiempo, para convertirse en carta de presentación de cualquier interesado tanto en dar una imagen de seriedad como en aprovechar al máximo su preciado tiempo.

Una persona impuntual no solo se resta prestigio e inoportuna a la contraparte, sino que se imposibilita de cumplir con su propia agenda, si es que la tiene.

Porque justo una de las mejores formas para obligarse a ser puntuales –en primer lugar con uno mismo- es el empleo de una agenda diaria que sirva como firme administradora de todas nuestras actividades en espacio y tiempo.

Claro que no todos necesitan el mismo tipo de agenda para cumplir cabalmente sus obligaciones. Un ejecutivo de negocios necesitará una planificación horaria para distribuir las varias reuniones, contactos y deberes que ha de cumplir cada día, mientras que un obrero de la construcción quizá resuelva con una libreta de apuntes en la cual marcar más bien los cambios de su rutina diaria. Pero todos necesitan la puntualidad.

Tampoco es cierto que puntualidad y agenda sean inseparables. Con la suficiente motivación y responsabilidad, millones de hombres y mujeres sencillos del mundo cumplen a diario sus deberes sin que medie apunte alguno.

Pero sin dudas que la agenda resulta una herramienta muy útil, facilitada ahora con la arribazón de aparatitos electrónicos capaces de albergar agendas, calendarios, libretas de notas y guías telefónicas en el espacio de una cajetilla de cigarrillos

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Categorias: Vida social
Ultima modificación: 08/05/2012