Al escribir una reseña, es importante tratarla no como una opinión subjetiva sino como un debate. No se trata sólo de decir que algo es bueno o malo, sino explicar el por qué. Debes poder respaldar tus opiniones con hechos o ejemplos. Si algo es realmente subjetivo, puedes especificar qué es lo que te gustó y lo que no y porqué.
Para hacer eso hay varios pasos a seguir, comenzando desde antes de sentarte a escribir la reseña. Primero, cíñete exhaustivamente al producto; si bien las reseñas de primeras impresiones pueden ser útiles, es importante diferenciarlas como tales.
Toma notas. Siempre que sea posible toma notas mientras estás utilizando, observando u oyendo el producto a reseñar. No vas a poder recordar todos tus pensamientos y las notas que tomes te ayudarán a conseguir una visión más completa.
Discute abiertamente cualquier conflicto, incluyendo cómo obtuviste la versión del producto o si tienes algún tipo de vínculo con la compañía. Una vez hecho esto, puedes comenzar la reseña en sí. En ese momento ten en cuenta estos consejos:
Primero piensa en el trasfondo para decirles a tus lectores es sobre lo que estás reseñando y tu postura al respecto. Esto da a los lectores un sentido de la orientación tanto sobre el producto como de dónde viene la reseña.
Lo positivo; ¿qué te gustó acerca de lo que estás reseñando? Es crucial que aunque la reseña sea negativa ofrezcan cierto balance.
Lo malo; ¿qué no te gustó? Aún cuando la reseña sea en extremo positiva, también es importante hablar de las cosas malas, ya que detalles menores pueden ser decisivos para otros.
Haz un resumen de todo lo que escribas trata de sacar conclusiones prácticas. El objetivo es sacar tus propias conclusiones, pero también facilitar que otros hagan lo mismo.