Comienza invitando a los estudiantes a que traigan sus refrigerios favoritos para el festival de fin de curso. Hacer que el festival sea informal hace que todos los costos se mantengan tan bajos como sea posible y asegura que cada niño tenga lo que le gusta. Si las alergias con la comida es un problema presente en el salón de clases o en la escuela, es una buena idea enviarles una nota a los padres para hacerle saber cuáles son las comidas que deben quedar excluidas. Por ejemplo, muchas escuelas tienen restringido vender productos con cacahuates debido a las alergias. Por parte del colegio queda la provisión de platos, tasas, cubiertos y utensilios para todo tipo de comida.
Hay que permitirles a los niños traer su música favorita para la fiesta. Después de escuchar todo el año únicamente al maestro, permitirles que hagan sus propios mediante sus gustos musicales los hará sentir bien y como si fueran mayores.
Dentro del salón de clases, una buena idea es colocar todos los escritorios juntos y realizar juegos de mesa para que se diviertan a sus anchas. Dependiendo de las edades, se puede hacer uso de juegos como Turista, Dominó, Uno, etc. Además de los juegos de mesa se pueden llevar a cabo carreras, cuentos de chistes y cualquier tipo de actividad al aire libre que los niños puedan disfrutar.
Decora los salones y todo el patio con globos y adornos para agregarle un toque especial al evento de fin de año.