Lo más probable es que después de las vacaciones tanto tu hijo como tú hayan olvidado la rutina en cuanto a las horas de dormir. ¡Es hora de retomarla! Es una buena idea volver a ir a la cama a la hora adecuada para los días de clases desde una semana antes de que las clases comiencen.
Asimismo, desde una semana antes también es recomendable comprar desayunos y almuerzos saludables para evitarse las prisas de comprar todos los elementos referentes a la comida de los niños para la escuela un día antes de clases.
Algunos maestros de escuelas primarias proporcionan listas específicas de útiles para cada una de sus clases. Algunas tiendas de artículos escolares cercanas al colegio suelen tener disponibles las listas de útiles de los profesores de dicho colegio; lo más importante es asegurarse de comprar lo que el profesor está pidiendo para ahorrar dinero y tiempo.
Para ahorrar tiempo en las apresuradas mañanas de clases es recomendable preparar toda la ropa del niño desde una semana antes. Un par de calcetines, ropa interior, una camisa y unos pantalones limpios y preparados siempre serán de utilidad para evitar apuros.
Apoyar el estudio continuo es un buen hábito. Puedes crear un centro de tareas, el cual consiste de 1 área específica en la casa donde el niño puede realizar su tarea cada tarde. Asegúrate de que sea un lugar tranquilo y que disponga de todos los materiales necesarios como lápices, borradores, papel, una calculadora, etc.
En cuanto a la mochila, asegúrate que su precio no sea mayor de el 10 o el 20% del peso total del cuerpo del niño. Siempre coloca ambos tensores ya que colocar únicamente uno de ellos puede dañar sus músculos y hasta hacer que su espina dorsal se lastime.