Llegó el temido momento en que el colegio entregará las bajas notas obtenidas durante el ciclo escolar, tú lo sabes desde hace tiempo: las notas no son buenas. Puede haber muchos motivos por los que obtuviste esos bajos resultados, quizá fue falta de dedicación, esfuerzo, exceso de tiempo libre o te confiaste demasiado con tus conocimientos adquiridos en clase y no diste un repaso antes del examen. También puede ser que por alguna circunstancia especial, como un viaje imprevisto o una enfermedad, tus notas no sean las esperadas.
Independientemente del motivo es hora de que des una explicación.
¿Cómo puedes preparas a tus padres para este impacto?
Planea un momento especial para hablar con tus padres, si ambos trabajan espera al fin de semana, cuando estén tranquilos y relajados.
Debes abordar la situación con madurez, aceptando tu responsabilidad en las notas. Al principio parece buena idea responsabilizar a otro de los errores cometidos. No lo hagas, tus padres estarán decepcionados por tus calificaciones, pero podrás demostrar que aprendiste la lección, que te haces cargo de tus actos y aceptas tu responsabilidad afrontando las consecuencias.
Guarda silencio y mantén la calma cuando tus padres comiencen a alterarse, puede ser que estén enojados contigo y te regañen porque se sienten decepcionados, responde de manera amable y no inicies una disputa.
Exprésales tus buenas intenciones para el futuro, haz un plan de estudio para las vacaciones, consigue un tutor o estudia con algún amigo avanzado en la materia para mejorar tu próxima calificación.
Si te castigan no te enojes, demuestra que aceptas las consecuencias, tampoco te pongas en plan indiferente como si no te importara lo que ellos hacen.
Usa esta situación desagradable para demostrar tu madurez, responsabilidad e intención de mejorar, después de todo la vida está saturada de situaciones complicadas y lo importante no es cometer un error sino aprender de él.