Cómo meditar

La meditación es una práctica de concientización auto inducida destinada a obtener ciertos beneficios físicos y sicológicos. Las formas de ejercerla son múltiples, pero todas parten de un estado de concentración y relajación más o menos profundo. Aunque su origen está relacionado con antiguas prácticas religiosas, hoy en día se emplea mayoritariamente de manera no vinculada con aquellas.

En Occidente la práctica del meditar tomó auge a partir de los movimientos sociales de los años sesenta, sirviéndose básicamente de influencias yoguis y budistas zen. Veamos algunos pasos para lograr un estado meditativo mínimamente efectivo.

Instrucciones básicas como meditar

  1. Primero busca un entorno agradable y tranquilo. Relájate tendido sobre el suelo y respirando con profundidad a un ritmo pausado.
  2. Como parte del proceso, deberás librar tu mente de todo pensamiento distinto a lograr la relajación total de tu cuerpo.
  3. Cuando lo hayas conseguido, fija tu pensamiento en una luz azul o una vela encendida. Un sonido repetitivo de fondo será de ayuda para algunos. También puedes imaginarte flotando sobre un lago tranquilo o en el espacio sideral.
  4. Por entonces tu cerebro estará cercano al llamado estado alfa, momento ideal para dirigir las energías de la meditación hacia el objetivo deseado, sea la curación de un órgano enfermo, la visualización de un objetivo deseado o simplemente la profundización del nivel de relajación obtenido.

Preparación de la meditación

  • Busca un lugar tranquilo, apagar el teléfono ayudará.
  • Asegurarse de que no está demasiado cansado, temprano en la mañana se suele decir que es el mejor momento.
  • Acomódese, la mayoría de la gente usa un cojín debajo, la temperatura debe estar no demasiado caliente ni fría.
  • Use ropa suelta y cómoda.
  • Tratar de crear una continuidad en el tiempo y lugar para acostumbrarse a las circunstancias de la meditación.

El cuerpo al meditar

  • Mantener la espalda recta, cualquiera que sea la postura es lo más esencial.
  • Tratar de estar cómodo y relajado físicamente, y evitar el movimiento excesivo.
  • Mantener la cabeza recta y ligeramente inclinada hacia delante, mantener los dientes un poco separados, la punta de la lengua contra el paladar.
  • Los ojos se mantienen mejor medio abiertos (sin mirar), aunque muchos principiantes encuentran que distrae demasiado y es mejor cerrarlos.
  • Los hombros deben estar relajados y las manos se pueden poner en el regazo.
  • Las piernas pueden estar en la posición de loto, pero también cruzadas simplemente. De hecho, otras posiciones, como apoyarse en las rodillas o en un banco sirven también. Si todo esto es demasiado difícil, también puede utilizar una silla, pero recuerde sentarse sólo en la mitad delantera del asiento, no apoyando la espalda en el respaldo.
  • Tratar de usar el vientre para respirar; no respirar con el pecho, sino desde el ombligo.
  • Recuerde siempre que la postura de la meditación no debería ser un obstáculo.

La Mente

  • Estar relajado pero al mismo tiempo despiertos y atentos: la búsqueda de su equilibrio no es fácil!
  • Ser un atento observador de su propia mente y pensamientos al meditar

El período de las sesiones

  • Trate de fijarse un mínimo de tiempo que desee para meditar y tratar de atenerse a éste, como mínimo.
  • La motivación – para saber lo que está haciendo, la mayoría de los budistas  iniciará con una oración de refugio, la generación de bodhicitta  y la oración de los siete miembros (esto incluye los aspectos de la respetuosidad hacia los maestros).
  • Calmarse y despejar la mente – a menudo con una simple (pero no suele ser fácil) meditación de respiración
  • Conclusión y dedicación – a hacer mella en la mente

Consejos

  • Recomiendo a todos a hacer un esfuerzo y comenzar con un curso serio en la meditación en un centro o grupo bajo la guía de un profesor con experiencia, preferiblemente con al menos unos días en silencio. Esto le dará una sensación genuina de los efectos que la meditación puede tener en la mente.
  • La continuidad en la meditación se considera esencial: cinco minutos al día, todos los días y de dos horas una vez por semana. Cinco minutos en la mañana es probable es que puedan convertirse fácilmente en parte de su vida cotidiana.
  • Las personas que tienen problemas para conciliar el sueño pueden descubrir que con una meditación justo antes de irse a la cama, hace que la mente se vuelva mucho más tranquila y conciliar el sueño no es un problema más.