Al este de los andes existe un mundo muy diferente al que todos conocen, en esta parte del mundo se encuentra una gran diversidad de tribus primitivas, las únicas existentes hoy en día.
La más conocida de estas tribus en la tribu de Los Jibarós, ésta es conocida como la de costumbres más extremas ya que no aceptan aún ninguna conexión con el resto del mundo, es una tribu fuerte y muy afianzada, temida por el resto de los clanes y sus habitantes se distinguen por su gran capacidad de ataque y el sinnúmero de rituales sanguinarios que realizan en cada nueva ocasión. En la antigüedad, la tribu de los Jibarós ocupaba las riberas de los ríos, dominando gran parte de los recursos que ahí se encontraban. Con el tiempo se han desplazado hacia afluentes lejanos y colocándose estratégicamente alrededor de toda la selvática zona, defendiendo su cultura de cualquiera que quiera acercarse, se reconoce a esta sociedad como poligámica y creyente de ritos mágicos propios de sus sacerdotes y lideres.
Sobre su organización social se conoce muy poco, sin embargo se sabe que la mujer ocupa el lugar de esclava, obligada a realizar cacería y recolección de alimento, además de ser objeto de sacrificios a diversos dioses. El hombre es un soberano con derecho de muerte y de vida sobre cualquier mujer. Los hombres con mayor rango deben cazar un tucán y ceñir a su frente sus plumas, cazar con lanza, defender la aldea con arco y procesar a los difuntos para dirigirlos correctamente al inframundo.
En la amazona existen muchos otros clanes con características parecidas, mas muy diferentes a los Jibarós, ellos defienden su sociedad y sus costumbres pero aceptan las costumbres e influencias del resto de las personas, aceptando donaciones por parte de organizaciones internacionales de alimento, medicina, calzado y ropa.