Los primeros signos o trazos de escritura los podemos encontrar en Mesopotamia con la escritura cuneiforme. Este tipo de escritura se basaba en un sistema tosco de pictogramas a modo de jeroglíficos tallados sobre tablillas de arcilla.
Este tipo de escritura se ha datado por parte de los arqueólogos que encontraron dichas tablillas en torno al 3400 y 3200 antes de Cristo y fueron encontradas por un equipo de investigación alemán en Umm el Qaab, cerca de Abidos.
Ese tipo de escritura se escribía sobre las tablillas de arcilla recién moldeadas y se hacían los pictogramas con un tallo vegetal con forma de cuña, motivo por el cual se llama de esa forma a este tipo de escritura. Dichos símbolos fueron modificándose a lo largo del tiempo para facilitar su escritura y a partir de este momento encontramos una evolución de dichos pictogramas al añadírsele un valor fónico, el cual se abandonaría posteriormente dando lugar a dos tipos de escritura. Por una parte, podeos encontrar la escritura basada en grafemas (cada símbolo representa un sonido) y por otra parte, la escritura basada en ideogramas (cada símbolo representa una idea).
De la escritura basada en grafemas podemos destacar, como ejemplos, las escrituras basadas en el alfabeto latino, las basadas en el alfabeto cirílico, las arábigas, el alfabeto helénico, el alfabeto coreano o el alfabeto usado en la escritura india … Por el lado de las escrituras basadas en ideogramas podemos destacar el alfabeto chino que se basa en sinogramas o el alfabeto japonés con los hiraganas y los katakanas.