“Lugar donde nacieron los dioses” o “ciudad de los dioses” es el significado que se da a Teotihuacan, una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica. El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero no se conoce el nombre que le dieron sus habitantes. Se calcula que el apogeo de la ciudad tuvo lugar durante el llamado Periodo Clásico, entre los siglos III y VII d. C. En esa etapa, la ciudad fue un importante centro comercial y político que llegó a tener una población de 100 mil a 200 mil habitantes.
Se desconoce cuál era la identidad étnica de los primeros habitantes de Teotihuacan. Las hipótesis más recientes apuntan a que Teotihuacan fue una urbe cosmopolita donde convivieron grupos de diverso origen étnico.
Teotihuacan se levantó a quince kilómetros de la costa del lago de Texcoco, sobre el río San Juan en el valle de Teotihuacan, que forma parte de la cuenca de México. Se ubica en el noreste de ese cuerpo lacustre, dentro de los límites que actualmente corresponden al estado de México. El valle está limitado al norte por los cerros Gordo, Malinalco y Colorado; al sur por la sierra de Patlachique, con elevaciones superiores a 2600 metros; y hacia el oriente termina en las inmediaciones de Otumba y los cerros aledaños. Al suroeste del valle se localiza el cerro Chiconautla. El cerro Tonala, al poniente, marca la separación entre el valle de Teotihuacan y la llanura aluvial donde se encuentran Tecámac y Zumpango.
Los restos de la ciudad se encuentran al noreste del valle de México, en los municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides, en el estado de México, aproximadamente a 45 kilómetros de distancia del centro de la Ciudad de México.