El reinado de Solimán duró del año 1520 al 1560. En su época, Solimán fue considerado el líder más importante en el mundo, tanto por los musulmanes como por los europeos. Su imperio militar se expandió de gran manera tanto al este como al oeste y amenazaba con conquistar el mismo corazón de Europa. En Constantinopla, él desarrollo muchos proyectos culturales y arquitectónicos. Estambul, a mediados del siglo XVI, era, arquitectónicamente hablando, la ciudad más poderosa e innovadora en el mundo. Solimán fue un militar muy brillante y un político muy hábil, además de eso también apreciaba las artes. La poesía de Solimán está considerada entre las mejores piezas poéticas del Islam, además apadrinó a todo un ejército de artistas, pensadores religiosos y filósofos que sobresalieron como los más educados en Europa.
A Solimán se le recuerda por la construcción completa del sistema legal otomano. Este hombre llegó a ser un prominente monarca del siglo XVI en Europa, presidiendo el ápice de los poderes económicos, políticos y militares del imperio otomano. El propio Solimán llevó a los ejércitos otomanos a conquistar las fortalezas cristianas de Belgrado, Rodas y la gran mayoría de Hungría antes de que sus conquistas fueran controladas en el Sitio de Viena en 1529. Bajo su reinado, la armada otomana dominó los mares desde el Mediterráneo hasta el Mar Rojo y el Golfo Pérsico.
Al mando de un imperio que se expandía, el propio Solimán instituyó cambios legislativos referentes a las leyes de la sociedad, la educación, los impuestos y criminales. Hablaba cinco idiomas: turco otomano, árabe, un dialecto de los turcos llamado chagatai, persa y serbio.