En cada país y según el estado de sus autopistas, carreteras y calles y según el tráfico que tengan así como también el nivel de población de cada área, las velocidades máximas permitidas son diferentes y se revisan periódicamente. Averigüemos cómo se limita la velocidad máxima en el mundo para que cada uno saque sus propias conclusiones sobre lo que está previsto en la ciudad donde vive y conduce de manera regular.
Los aspectos que se tienen en cuenta son varios y todos tienen que ver por cierto con la seguridad en primera instancia cuidando el bienestar de la población que es el bien más preciado que las sociedades tienen. Pero por otro lado se debe velar por la comodidad de los ciudadanos entendiendo que los tiempos de traslado deberían ser lo más cortos posibles. Esto que redunda también en mayor seguridad ya que a mayor tiempo de conducción mayor es el cansancio, uno de los factores de riesgo en el tráfico.
El estado de las carreteras en muchos países hace que el gobierno cambie las velocidades a las que se puede circular de manera que se puedan hacer los arreglos correspondientes hasta dejarlas en buen estado. Para ello es importante que los conductores respeten los carteles que deben estar bien visibles y no correr riesgos de accidente cuando se está en reparaciones. En estos casos la velocidad máxima permitida suele estar por debajo de los 30 kilómetros por hora que es la que permite un frenado con el tiempo y distancia suficiente como para evitar un siniestro de tráfico. Asimismo, las condiciones climáticas también hacen variar las velocidades máximas permitidas ya que por ejemplo en países donde la mayor parte del año hay nieve o lluvias abundantes, estas no superan los 100 kilómetros en la hora.