Se trata de una herramienta utilizada en belleza y salud, útil para limpiar las impurezas sobre la piel de todo el cuerpo, excepto zonas delicadas como los parpados. Es importante mantener limpia la piel, ya que aparte de ser el órgano más grande del cuerpo, es la barrera que cubre del medio ambiente a todos los sistemas.
En tiendas y clínicas dermatológicas se puede encontrar una gran variedad de estos cepillos, de todos los tamaños y con cerdas de diferentes grosores, la mayoría de las cerdas son naturales, de pelo de cabra o de jabalí, específicos para cada zona del cuerpo. Algunos cepillos para los brazos y las piernas son de mano con agarraderas que se adaptan a los dedos y otros poseen mangos largos para cepillar la espalda o la parte posterior de las piernas.
Al frotar el cepillo sobre la piel se eliminan células muertas, éstas células promueven el crecimiento de microorganismo llamados ácaros, que si bien son necesarios ya que se alimentan de piel muerta, también pueden provocar alergia en la mayoría de las personas. Al remover las células muertas se promueve el crecimiento de nuevas células que darán como resultado una piel visiblemente más joven y de un aspecto suave. El cepillado también favorece la circulación sanguínea y ayuda a relajar la zona del cuerpo frotada.
Es recomendable que el cepillado se realice con la piel seca, comenzando con los pies y terminando en la cabeza, con movimientos largos, cuidando que estos movimientos sean en dirección al corazón.