¿Sabías que las nueces provienen del nogal? Sí, exacto el mismo árbol que se usa en carpintería y cuya madera es tan valorada. Si deseamos cosechar nueces necesitaremos un nogal y un par de consejos para que nuestro árbol produzca frutos.
El nogal es muy sensible a las temperaturas lo que puede provocar que no produzca frutos. Si estamos en una zona donde se alcanzan temperaturas superiores a los 38ºC y temperaturas por debajo de 1ºC en los meses de invierno será mejor que nos dediquemos al cultivo de otra especie pues todos los intentos serán en vano. A diferencia del clima, se adapta muy bien a cualquier tipo de suelo y al agua.
Existen muchas variedades de nogal pero entre las más famosas podemos encontrar las siguientes variedades: Fernor, Franquette, Chandler o Hartley.
Después de saber todo estoy y si ya tenemos nuestros nogales en época de recolección (última semana de septiembre hasta finales de octubre) procederemos a recoger las nueces. La forma de recolección tradicional es recoger el fruto caído del árbol por su propio peso o vareando las ramas. Si optamos por este método colocaremos un plástico o una red en el suelo para facilitar la recogida.
Pero esto no acaba aquí. Después de recoger la nuez hay que realizar una serie de tratamientos para que se pueda consumir. En primer lugar se deberá quitar toda la suciedad y la cáscara que recubre la nuez. A continuación se lavará con agua y en terminar se dejará al sol para reducir la humedad. Una vez este seca la nuez la guardaremos en un tarro de cristal en un lugar fresco y seco hasta el momento de ser consumido.