Cómo preparar curry casero

El curry no es una sola especia, sino que es así como se conoce en occidente a la mezcla de varias que se usa como condimento en distintos platos de la cocina asiática, principalmente en del este y el sureste. En general, el curry que se difundió desde Europa a partir del siglo XVIII parte de una mezcla de masala (nombre genérico usado en la India para distintas especias más o menos picantes) que se utiliza para hacer distintas salsas. Se puede encontrar en el comercio un polvo de curry ya preparado con diferentes mezclas de tikka masala, garam masala o vindaloo, por ejemplo. Pero vamos a ver cómo podemos elaborar nuestra propia mezcla.

Ingredientes:

  • 2 cucharadas soperas de semillas de cilantro (coriandro).
  • 1 cucharada sopera de semillas de hinojo.
  • 1 cucharada sopera de semillas de comino.
  • 1 cucharada sopera de semillas de mostaza.
  • 1 cucharadita de semillas de pimienta negra.
  • 1 cucharada sopera de cúrcuma (turmérico) en polvo.
  • 1 cucharada sopera de chili en polvo.
  • 1 cucharada sopera de jengibre en polvo.

Preparación:

En una sartén, tuesta a fuego lento y sin aceite las semillas de cilantro, hinojo, comino, mostaza y pimienta negra. Mueve constantemente para que no se te quemen. A medida que se vayan tostando veréis que van desprendiendo su perfume característico. Cuando ya estén tostadas (no quemadas, es decir, normalmente en menos de 10 minutos), retira las semillas del fuego y déjalas enfriar. Una vez frías, muélelas (por ejemplo, en un molinillo de café, aunque puedes hacerlo a mano con un mortero, si no dispones de molinillo eléctrico). A continuación, añade los polvos de cúrcuma, chili y jengibre y vuelve a mezclar con el molinillo (o mortero).

Si guardas este polvo en un bote hermético, conservará su aroma durante dos o tres meses.

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Categorias: Cocina
Ultima modificación: 07/23/2012