La cercanía geográfica entre México y Estados Unidos, así como la estrecha relación cultural que inevitablemente mantienen, fue la cuna del tejano, uno de los géneros musicales y bailables más populares de la región, producto de la mixtura entre la música country y diversos ritmos del norte del país latinoamericano.
Es reconocido como tejano y tex-mex por igual, siendo este último un vocablo que se refiere a las zonas de donde es natural: el estado de Texas y los territorios del norte de México, las cuales comparten rasgos históricos, culturales e idiosincráticos, que datan de su colonización a manos de conquistadores españoles en el siglo XV.
Las primeras noticias relacionadas con la creación y promoción de la música tex-mex, adjudican al texano Armando Marroquín y al mexicano Paco Betancourt la creación de una disquera para grabar solo este tipo de música, que desde su fundación ya mezclaba géneros como el corrido, la música mariachi y la polca, introducida por colonos checos y alemanes.
Años más tarde la combinación rítmica elevó sus niveles de complejidad mediante la fusión de nuevos estilos como el rock´n´roll, el jazz y el rhythm and blues. Como consecuencia, nuevos instrumentos se sumaban a la creación tejana, así comienza a emplearse el acordeón, devenido artículo sonoro inseparable y característico del género, la guitarra eléctrica y la batería.
Entre 1960 y 1970 aparece la agrupación Los Relámpagos, que se convierte en un fenómeno popular gracias al interés y la labor promocional del productor Paulino Bernal. El también intérprete mexicano reconoció con rapidez la novedad que patentaban los miembros del conjunto.
No obstante estos intentos primigenios por crear un nuevo ritmo, fue a principios de la década del 80 y durante los años 90, que se consolidó definitivamente como género musical, en las voces del grupo La Mafia –originario de Houston- quienes mediante la integración del pop y la cumbia mexicana alcanzaron un éxito nunca visto en el desarrollo del tejano.
En cuanto al baile que lo caracteriza, al igual que en la música country, se ejecutan giros constantes y avances de dos pasos combinados con el tradicional baile mexicano de un solo paso, así como también los bailadores recorren la pista en un movimiento orientado hacia la izquierda.
Para aquellos que estén familiarizados con el country y la cumbia resultará mucho más fácil aprender los pasos del tex-mex, aunque la dirección de un bailarín profesional o la asistencia a salones donde enseñen estos ritmos, será el mejor modo de introducirse en el colorido mundo del híbrido texano-mexicano.
Es importante ejercitar el cuerpo pues este baile se apoya sobre todo en complejos giros durante la ejecución, y también practicar el equilibrio y la elasticidad para lograr las transiciones de lugar y formaciones con naturalidad y sin rigidez.
Un método efectivo para adentrarse en las particularidades del género es consultar varios sitios de Internet en los que aparecen numerosos videos sobre cómo bailarlo, que incluyen una explicación detallada sobre la ejecución de los pasos y los accesorios que usualmente se emplean para acompañarlos.