Todo el mundo conoce que algo fundamental a la hora de correr es la seguridad y eficacia de los atuendos utilizados. Parte de este equipamiento, el más importante diría yo es el calzado deportivo.
Por este motivo es imprescindible saber atarse de manera adecuada las zapatillas de deporte al pie. De este modo evitaremos retorcijones, ampollas, rozaduras u otro tipo de lesiones.
Por eso es súper importante saber atar bien los cordones de tus zapatillas deportivas. A continuación te damos una serie de claves para evitar las lesiones producidas en los pies durante la práctica deportiva.
El orificio superior tiene como cargo sujetar de la mejor manera posible los cordones del calzado y favorecer la sujeción del pie dentro de la zapatilla. La fuerza con la que ates la zapatilla debe ser media. No la debes apretar en exceso, pero tampoco dejarla demasiado floja porque se producirían rozaduras.
Pero no solo esto, la realización de la lazada es asimismo muy importante si queremos que la zapatilla se ajuste bien al pie y no se desate mientras estamos en movimiento.
Para atar los cordones lo que debemos hacer en primer lugar es cruzar una parte del cordón por encima de otra parte. Después haremos una especie de lazo con uno de los lados del cordón, mientras que la otra parte pasa por abajo, hasta conseguir envolverlo y realizar la lazada. Así conseguiremos que la zapatilla esté sujeta de una manera equilibrada y correcta.
Muchas personas cometemos errores al colocarnos las zapatillas de deporte, pues creemos que ajustando con fuerza los cordones nuestros pies estarán más sujetos y de este modo evitaremos lesiones. Pero como decíamos estamos equivocados, la presión de la zapatilla en el pie debe de ser la justa. Ya que si, por el contrario, los dejamos muy flojos, nos exponemos también a varios tipos de lesiones.