La edad óptima para aprender el fútbol es la preescolar. A partir de los tres o cuatro años, los niños están aptos para adquirir las habilidades elementales del balompié que, por cierto, no comienzan con los tiros a puerta sino con el manejo y dominio del balón.
Para comenzar, lo óptimo será contar con una pelota talla 3, las cuales tienen circunferencia de 24 pulgadas y peso de 12 onzas. La portería infantil podrá adquirirse o improvisarse de muchas maneras.
Lo primero que debe aprender el niño es a moverse con el balón a lo largo de la cancha o césped en línea recta y zigzagueante. Para ello intervendrán varias partes de ambos pies. Tarea difícil, pero no imposible.
Luego se enseñará el dominio del balón. Para ello, se le tira rodando por el piso para que con sus pies aprenda a detenerlo. Esta práctica requiere tiempo y mucha paciencia a estas edades. No intente que empleen la cabeza, pues resulta peligroso todavía.
La tercera fase del entrenamiento básico será el tiro a puerta, pero preferiblemente en combinación con los movimientos anteriores. En el extremo del área opuesto a la portería, el entrenador le hace un pase rasante al niño. Este deberá detener la pelota y comenzar de inmediato su movimiento zigzagueante hacia la portería, haciendo el disparo a puerta cuando esté cerca de ella.
Aunque lo ideal es que un entrenador profesional sea el encargado de la enseñanza del fútbol a los niños, siguiendo los consejos arriba expuestos cualquier padre o familiar interesado puede lograr avances significativos en la enseñanza del balompié.